martes, 18 de agosto de 2009

¿Cuándo el aprendizaje dejó de ser entretenido?


La respuesta a esta pregunta nos lleva a un breve viaje por la historia de la educación y pedagogía, que se remonta a las comunidades primitivas.

Los métodos de enseñanza más antiguos parecen encontrarse en el Antiguo Oriente (India, China, Persia, Egipto), así como en la Grecia Antigua y Roma. La similitud educativa entre estas naciones radica en que la enseñanza se basaba fundamentalmente en la religión y en el mantenimiento de las tradiciones de los pueblos

La pedagogía “tradicional” pareciera comenzar en Francia, en los siglos XVII y XVIII, de mano de los jesuitas y presenta dos rasgos esenciales: separación del mundo y, en el interior de este recinto reservado, vigilancia constante e ininterrumpida hacía el alumno. Este tipo de educación quiere en principio separar del mundo al niño, para hacerlo vivir de manera pedagógica y apegada a la religión en un lugar puro y esterilizado.

Durante el siglo de la Ilustración se estimula el cambio escolar y se da paso a un sistema más libre, la escuela “tradicional” tiene como base la ideología de Comenio y Ratichius, quienes proponen como principio esencial no enseñar más de una cosa a la vez. Se tiene que ir en orden, dominar bien un conocimiento antes de pasar al siguiente. Para estos autores, la enseñanza debía ser valorada en términos de importancia, cada asignatura se aplicaba en un lugar diferente. El papel del maestro en esta línea, está definido por la capacidad de presentar la utilidad, el valor y el interés de lo que enseña. Comenio se indigna con quienes obligan por la fuerza a estudiar a los alumnos que no quieren hacerlo, el maestro debe provocar el deseo de saber y de aprender.